Montenegro

Montenegro es un país muy joven. De hecho, no fue hasta el año 2006 cuando (vía referendum) obtuvo su independencia y fue constituido como Estado de pleno derecho. Sin embargo, eso no significa que sea un lugar carente de historia. Durante siglos, diferentes dinastías gobernaron la zona en lo que se conocía como Principado de Zeta. Por aquí pasaron también los venecianos, que dominaron el lugar y dejaron un poso fácilmente reconocible a día de hoy. Como no podía ser de otro modo, Montenegro fue parte de Yugoslavia hasta su disolución. Vamos, que hay mucha tela que cortar.

En cualquier caso, Montenegro es un país pequeñito. Su superficie tiene un tamaño similar a la provincia de Jaén y en el país viven alrededor de 650.000 personas. Sin embargo, es un lugar la mar de diverso: tiene casi 300 kilómetros de costa, en el interior es posible encontrar hasta tres ecorregiones distintas (bosque mediterráneo, bosque templado y bosque caducifolio de Illiria) y las diferencias climáticas son enormes a raíz de sus zonas montañosas de clima alpino.

Por su juventud y diversidad, Montenegro ha sido uno de los destinos de moda en las últimas décadas. Diferentes medios de comunicación internacionales (desde National Geographic hasta New York Times, pasando por Yahoo Travel) han presentado al país como uno de los destinos más trendy a comienzos del siglo XXI. El sector ha crecido mucho y, aunque todavía no está maduro del todo, la población local está más que acostumbrada a recibir viajeros en todas las épocas del año.

La realidad es que Montenegro es un auténtico desconocido. Seguramente, uno de los países europeos de los que menos cosas sabe un ciudadano de a pie. Si estas de paso por este territorio es imprescindible visitar ciertos enclaves muy interesantes. Montenegro es un país único, lleno de particularidades (por ejemplo, tiene dos capitales en lugar de una) y con muchísimo que ofrecer.

Perast: Es un pueblo muy pequeño, de apenas una calle que no llega ni a un kilómetro, pero es súper especial. El conjunto es precioso y justo enfrente hay un par de islas para hacer una excursión en barco. Chiquitito pero merece la pena.

Kotor: Es una joya. Aunque toda la Bahía de Kotor es espectacular y está llena de posibilidades, la ciudad que le da nombre es realmente top. Su casco histórico de origen medieval es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, las calles están llenas de gatitos y la oferta gastronómica es infinita. De verdad, solo por Kotor ya merece la pena ir a Montenegro.

Blue Cave: la excursión por antonomasia. Se puede hacer de varias maneras distintas (desde Montenegro en una ruta de tres horas, en un barco privado, desde la playa más cercana) pero en cualquier caso permitirá vivir una experiencia mágica. Se trata de una cueva en la entrada de la bahía de Kotor, en la cual es mandatorio bañarse para entrar en contacto con sus transparentes e inquietantes aguas. La luz entra de una manera muy especial y hace que toda la cueva sea azul.

Budva: dejando a un lado la Bahía de Kotor, pero siguiendo en la costa, Budva es otra visita imprescindible. Su casco histórico amurallado está lleno de plantas y pequeños jardines. Tiene una fortaleza impresionante y varias iglesias de pequeño tamaño que fascinan. Las playas de los alrededores también merecen la pena.

Cetinje: Montenegro es uno de los pocos países del mundo que tienen dos capitales. Aunque la más conocida en el exterior sea Podgorica, los montenegrinos consideran Cetinje su auténtica capital. Motivos no le faltan, ya que es una ciudad llena de historia y patrimonio pero excesivamente volcada al turismo.

Podgorica: siendo sinceros, la capital no vale mucho. En muchos sitios la catalogan como la ciudad más fea del mundo, y motivos no le faltan.

Documentación, vacunas y otros trámites

Para visitar Montenegro, lo único que tienes que llevar es el DNI o el pasaporte. Para ciudadanos de la Unión Europea, no es necesario visado ni nada parecido. El resto gestiona visa en los puntos fronterizos.

Moneda

La moneda oficial de Montenegro es el euro. Fue adoptada en el año 2002 de manera unilateral, sin ser miembro de la Unión Europea.

Montenegro es un país en el que se come súper bien; la pizza y la pasta nunca faltan, ya que los venecianos estuvieron allí muchos años y no es un pasado del que precisamente se avergüencen. Sin embargo, se encuentran con más frecuencia establecimientos en los que comer un kebab.

El plato estrella seguramente sea el cevapi, unas pequeñas salchichas que se suelen servir acompañadas de cebolla muy picada y un pan de pita. Este plato lo encontraréis también en otros países de los Balcanes (como Macedonia o Serbia) y es especialmente popular entre los locales, por su delicioso sabor y su bajo precio.

Por la cercanía al mar, veras mucho pescado y marisco fresco. Es un buen lugar para consumirlo, ya que el país es bastante barato.

Alojamiento

Ya he dicho que el sector turístico en Montenegro ha crecido mucho. La pregunta es… ¿lo ha hecho lo suficiente? Seguramente sí en las zonas más turísticas, como la Bahía de Kotor, pero nos da la sensación de que todavía hay mucho por hacer.

Transporte

Montenegro tiene muy buenas carreteras. El país tiene buenas conexiones por autobús y por tren entre las zonas más típicas.

Mención especial merecen los pequeños trayectos en barca. Sin ellos, te perderás algunas de las joyas del país, como la Blue Cave.

Hay mucha insistencia al turista en la venta de excursiones, más mendicidad que en Croacia y en ocasiones, al salirnos de las zonas «visitables» de las ciudades, percibimos un poquito de inseguridad.

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